¿Qué sabemos del cloro disuelto en el agua del grifo?
¿Qué son los trihalometanos?
En estos últimos tiempos han surgido nuevas controversias con respecto a la cloración en el agua potable, y la formación de Trihalometanos (THM), los cuales son compuestos orgánicos que aparecen en el agua potable tras ser sometida cloración en presencia de sustancias húmicas, potencialmente cancerígenos.
El cloroformo o triclorometano es uno de los trihalometanos que se forman durante la cloración del agua para desinfectarla. Es un líquido incoloro, volátil, de olor característico. Durante mucho tiempo fue utilizado como anestésico, pero se discontinuó a causa de su toxicidad. Actualmente se utiliza como disolvente en la industria química pero, tal como ocurre con todos los compuestos orgánicos halogenados (principalmente flúor y cloro) en sus moléculas, su carácter de sustancias contaminantes hace que se intente restringir su consumo. Se forman pequeñas cantidades de cloroformo cuando el cloro que se usa para la desinfección del agua entra en contacto con las sustancias orgánicas presentes en ésta.
La cloración:
El cloro y los compuestos que contienen cloro son oxidantes muy potentes y se pueden disipar en reacciones con una variedad de materiales orgánicos e inorgánicos en el agua antes de que se obtenga suficiente desinfección.
Las aguas que llegan a una planta de tratamiento de agua contienen agentes reductores (compuestos orgánicos e inorgánicos como nitritos, iones de hierro, plomo y sulfuros), así como microorganismos y bacterias.
El cloro se aplica en exceso (aprox. 2mg/L) de manera que pueda satisfacer la demanda para oxidar estos compuestos y eliminar estas bacterias, y que así, reste una cantidad de cloro residual en los conductos de agua. Este cloro residual es el cloro libre que queda en el agua después que ha sido desinfectada en la planta. Su utilidad es de continuar desinfectando el agua desde que sale de la planta de tratamiento hasta que llegue al consumidor.
Este cloro residual es importante que se encuentre en niveles seguros para el consumo humano. Si este se encuentra en exceso, el cloro puede resultar tóxico para el consumo. Además, por ser una substancia tan activa, un exceso de cloro puede reaccionar con distintos compuestos orgánicos, por lo que aumenta el riesgo de que se produzcan trihalometanos, que son compuestos carcinógenos para el humano.
Los trihalometanos se encuentran en el agua potable como un resultado de la interacción del cloro con materia orgánica natural que se encuentra en el agua. Estos estarán presentes mientras el agua contenga cloro o hipoclorito, además de los precursores orgánicos. Es por esto que hay que mantener la cantidad de cloro residual dentro de unos límites.
Por otro lado, si el cloro residual es menos del necesario, el agua puede retener bacterias, protozoas y virus patógenos que amenacen la salud del consumidor.